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jueves, 7 de diciembre de 2023

El futuro de los pagos electrónicos, acercamiento a las monedas digitales

Últimamente es muy habitual en muchas situaciones y muchos contextos oír hablar de monedas digitales, pagos digitales, alternativas a los medios de pago tradicionales, tecnologías basadas en Blockchain, y como no, criptomonedas.


¿Y qué son exactamente estas monedas digitales? En la actualidad, se puede definir a estas monedas digitales como formas de dinero electrónico que utilizan mecanismos de cifrado para garantizar transacciones seguras y controlar la creación de nuevas unidades. La creación y el movimiento de estos activos se realiza a través de un libro de cuentas distribuido que se conoce como Blockchain, que consta de protocolos y funciones específicas. Las transacciones de las monedas digitales operan en las redes soportadas por los nodos e infraestructuras de redes que sustentan las diversas Blockchain, siendo estos nodos aquellos que comparten el historial de transacciones de manera distribuida, y por su propia concepción, complican la vida a aquellos actores externos cuya intención sería la de falsificar este registro de cuentas distribuido. De hecho, la propia naturaleza de esta tecnología garantiza la seguridad de las transacciones, más allá de los mecanismos de cifrado empleados, puesto que, en teoría, la cantidad de nodos de validación en un sistema Blockchain corresponde a la seguridad de esa red. Para piratear con éxito todo el sistema, un grupo o una persona, necesitaría tomar el control de la mayoría de los nodos del sistema, el 51 por ciento de ellos, para alterar el registro de la Blockchain y falsificar transacciones. En esencia, un ataque del 51 por ciento permitiría que los delincuentes digitales “secuestrasen” la red Blockchain, dando la capacidad de manipular transacciones en la red con efectos financieros desastrosos. En una red con cientos de miles de validadores, esto es algo muy poco probable, además de que las nuevas actualizaciones e iteraciones recientes de este tipo de tecnologías cuentan con otros medios de contingencia para evitar que un ataque de 51 por ciento sea fructífero.

Está claro que para comprender qué son las monedas digitales tenemos que comprender entonces el medio en el que se sustentan; las cadenas de bloques, o Blockchain. Una Blockchain, por lo tanto, es una base de datos digital y distribuida que mueve y rastrea datos en bloques que se unen para formar un registro de flujo de información similar a una cadena. El cambio disruptor que plantea esta tecnología es, sobre todo, que estos sistemas son administrados por una red de usuarios y nodos, que colectivamente validan las transacciones en lugar de un tercero como un banco o un servidor de datos centralizado controlado por una gran empresa tecnológica, luego no constan con el respaldo de los gobiernos; aunque ya existen países que están aceptando alguna de estas monedas digitales como moneda de curso legal. A diferencia de las monedas tradicionales emitidas y reguladas por gobiernos, las monedas digitales son descentralizadas y operan en redes peer-to-peer.

El ejemplo más conocido como moneda digital es el Bitcoin, pero existen muchas otras. La emisión, o generación, de este tipo de monedas, también diverge de la moneda tradicional, a excepción de aquellas que pueden ser emitidas completamente por una organización centralizada, y cuyo suministro total puede ser ampliado, al igual que con las monedas de curso legal respaldadas por los gobiernos.

La generación de una moneda digital puede variar dependiendo de su diseño y protocolo subyacente, que, como hemos visto, depende directamente de la cadena de bloques que la soporte. La mayoría de las monedas digitales se empezaron a crear mediante un proceso llamado minería, donde se utilizan hosts potentes y algoritmos complejos para resolver problemas matemáticos difíciles, y según los mineros (nodos) van resolviendo estos problemas, se verifica y confirma la autenticidad de las transacciones en la red, mediante mecanismos de cifrado. Como recompensa por este trabajo, los nodos reciben (o pueden recibir) nuevas unidades de monedas digitales. La cantidad en cada bloque varía según el protocolo. En el caso del Bitcoin, por ejemplo, hay un límite máximo de 21 millones de Bitcoins que se generarán a lo largo del tiempo, como máximo, sin posibilidad de emitir nuevas unidades. La recompensa por la minería de nuevos bloques en la red de Bitcoin disminuye a la mitad aproximadamente cada cuatro años en un evento conocido como "halving". Este es un caso específico para el Bitcoin, ya que algunas monedas digitales pueden tener suministro fijo, mientras que otras pueden tener un suministro inflacionario controlado. Otro método de generación en auge es el de Prueba de Participación (POS), donde los activos se generan de manera diferente a través de un proceso conocido como "staking" o "apuesta". En lugar de utilizar la minería basada en la potencia computacional, como ocurre con las criptomonedas basadas en Prueba de Trabajo (POW), en las redes POS se generan activos y validan en función de la cantidad de estos que se mantienen en una billetera específica (una cartera digital protegida por mecanismos de cifrado). A cambio de sus servicios de validación, los “stakers” reciben recompensas en forma de nuevas monedas digitales generadas en el proceso de staking. La cantidad exacta de recompensa varía según el protocolo y las reglas establecidas para la criptomoneda específica. El staking es una alternativa energéticamente mucho más eficiente y sostenible en comparación con la minería POW, ya que no requiere grandes cantidades de potencia computacional, y lo que es mejor, contribuye a la descentralización al permitir que los titulares de monedas participen en la seguridad y gobernanza de la red. Otro tipo de generación o emisión corresponde a aquellas que, de forma centralizada, se distribuyen inicialmente o crean desde una organización concreta, siendo este último caso el más similar al dinero fiduciario, emitido y controlado por los estados, bancos centrales y otras organizaciones relacionadas.

Todo esto está muy bien, pero ¿Cuál es el uso real, o cuál puede ser el uso real de estas monedas digitales? Indudablemente, y de manera transparente en muchos casos, las redes Blockchain tienen infinidad de aplicaciones prácticas hoy en día, y su empleo en diferentes tipos de productos va creciendo, sobre todo en aquellos que necesitan caracterizarse por un alto nivel de seguridad.


Esta seguridad de una Blockchain tipo radica no solo en su propia naturaleza distribuida en N nodos, donde se almacenan registros de transacciones agrupados en bloques en el libro de cuentas, sino que respeta la inmutabilidad de las transacciones (integridad) mediante el uso de hashes alojados en la base de datos distribuida, que además emplea reglas de consenso que establecen cuál va a ser la información que se añada a la red y cómo ha de añadirse. Cuenta con una característica fundamental empleada por tecnologías tradicionales para garantizar el no repudio, gracias al uso de las firmas digitales, donde la red es capaz de demostrar que, sólo el que tiene la clave privada de la firma es el que ha realizado una determinada transacción, siendo una característica que puede competir con productos tradicionales que emplean certificados y basan su autenticidad en autoridades emisoras de estos. En última instancia, gracias al consenso y la sincronización de los nodos, se asegura que la información almacenada es inmutable.

En función del tipo de Blockchain empleada, las aplicaciones prácticas pueden ser diversas, yendo desde sistemas que controlan cadenas de suministro, gracias a la trazabilidad de las transacciones e inmutabilidad de estas (en la actualidad empleadas por grandes superficies de alimentación para controlar el suministro de materias primas desde su origen, entre otras), sistemas de votaciones, aplicaciones en la seguridad física dentro del campo de la monitorización gracias a la incorruptibilidad de la cadena de bloques, productos de identidad digital o registro y verificación de datos, contratos inteligentes, que son acuerdos se ejecutan de forma automática a través de un algoritmo cuyo cumplimiento no está sujeto a la interpretación de ninguna de las partes involucradas, optimizando el tiempo y costes derivados. Y cómo no, las monedas digitales, que pueden soportar transacciones en línea, como pagos y transferencias de dinero, sin la necesidad de intermediarios financieros tradicionales, como bancos. En la actualidad, estas monedas digitales son ampliamente reconocidas como una forma de inversión o almacenamiento de valor, dada su oferta limitada, pese a su alta volatilidad, convirtiéndolas en un producto financiero de alto riesgo.

¿Es posible intercambiar estas monedas por bienes y servicios en comercios tradicionales, o comercios Web? Es cierto que, aunque existen países que están incorporando alguna de estas monedas como monedas de curso legal, todavía existiría la necesidad de mecanismos que soporten el intercambio basado en esta tecnología. De la misma manera que existen datáfonos para el cobro de los bienes y servicios para soportar los pagos por tarjeta, ya existen dispositivos equivalentes que conectan varias cadenas de bloques para poder realizar este intercambio entre las billeteras electrónicas del cliente y del comercio. Esta transacción estaría soportada por la propia red de manera descentralizada sin la actuación de los intermediarios habituales (emisores y adquirentes). Existe otra alternativa híbrida que supone un cambio menos disruptor, tarjetas de pago soportadas por las Marcas que interactúan en background con exchanges seleccionados (organismos centralizados para el intercambio de monedas digitales) para realizar el intercambio, en el preciso momento del pago, por el cual se intercambia la moneda digital en cuestión hacía moneda tradicional regulada y emitida por los gobiernos (dinero FIAT), a valor actual de mercado. Es importante destacar que, a diferencia de los medios de pago tradicionales, las comisiones por operar en la red suelen ser pagadas por los propios clientes o poseedores de estas billeteras electrónicas. Es el precio a pagar por operar en una red peer to peer. No obstante, existen redes, sobre todo de última generación, que graban comisiones mínimas en diferencia a las redes pioneras de esta tecnología.

Es la alta volatilidad de estos productos, sumado al poco respaldo de los gobiernos lo que hace que estos productos sean poco atractivos para el intercambio de bienes y servicios. Ahora bien, gracias a las características de seguridad que ofrece esta tecnología, sumadas a la rapidez de las transacciones, por mencionar alguno de sus beneficios, existe un interés generalizado por parte de los gobiernos que hace que se esté investigando cada vez más la posibilidad de crear monedas digitales estables (el euro digital, el dólar digital, entre otros) lo que implicaría que estarían respaldadas y emitidas por los propios gobiernos y podrían emplearse de la misma manera que las monedas de curso legal actuales. Esta iniciativa se conoce como monedas digitales de bancos centrales, o CBDC, por sus siglas en inglés.

Esta alternativa absorbería todos los beneficios que estas redes soportan y el objetivo inicial sería el de complementar a los billetes y monedas tradicionales, ofreciendo a los ciudadanos una opción adicional para sus pagos, permitiendo a actores habituales seguir participando en este sector de la economía (emisores y adquirentes). En la actualidad, el yuan digital sería el proyecto más avanzado en este término.

¿Y dónde quedan las marcas tradicionales en este contexto? Son los grandes actores de la industria de pago mediante tarjeta (VISA, Mastercard, AMEX, etc..) y proveen las redes que soportan las transacciones en este ámbito. Como mayor participante del medio, se mantienen al día con las nuevas evoluciones de la industria de pagos, y han tenido acercamientos con determinados intercambios (exchanges) para permitir la emisión de estas tarjetas híbridas que permiten grabar las transacciones con dinero FIAT. No solo esto, sino que en la actualidad están desarrollando varias estrategias en torno a tecnologías Blockchain, como servicios de asesoría, colaboración con las iniciativas de los gobiernos (CBDC), y facilitando el acceso a este sector a sus propios clientes.


Está claro que para que esta tecnología tenga calado y sea plenamente disruptiva, es necesario soporte, respaldo, y regulación; de manera que sean productos atractivos para organizaciones institucionales, dado que el cumplimiento de legislaciones específicas y respaldo de gobiernos es lo que garantiza la adopción. Ya existen iniciativas en forma de estándares de seguridad que tratan de crear un marco específico para determinadas actividades en este sector. Uno de los ejemplos sería el Cryptocurrency Security Standard (CCSS) desarrollado por el CryptoCurrency Certification Consortium (C4), una organización sin ánimo de lucro que intenta proporcionar educación y seguridad, conocimientos y competencia en este ámbito de la industria.

Es muy probable que, en caso de oficializarse la creación de CBDCs e integrar nuevas tecnologías de cartera electrónica de manera oficial en los gobiernos, dada la relación de las marcas con los organismos centrales, el PCI SSC, como organismo que emite estándares de seguridad para el sector de tarjetas de pago, podría integrar estos estándares a su campo, dada la experiencia que tiene en materia de cifrado, ya presente desde hace muchos años en la industria de pago mediante tarjetas, lo que sería muy beneficioso para el nuevo sector, dado los objetivos a alcanzar por los grandes actores mencionados en este artículo.

Referencias
https://www.apd.es/aplicaciones-blockchain/
https://www.ecb.europa.eu/paym/digital_euro/html/index.es.html
https://www.funcas.es/odf/intenso-debate-publico-en-estados-unidos-ante-el-lanzamiento-del-dolar-digital/
https://legrandcontinent.eu/es/2023/02/01/controlar-y-conquistar-que-es-el-yuan-digital/
https://www.mastercard.com/news/latin-america/es/perspectivas/blog-posts/blog-es/2021/agosto/por-que-mastercard-esta-incorporando-las-criptomonedas-a-su-red/
https://www.mastercard.com/news/latin-america/es/sala-de-prensa/comunicados-de-prensa/pr-es/2023/junio/mastercard-acelera-las-oportunidades-de-lanzamiento-al-mercado-para-la-innovacion-de-blockchain/
https://www.visa.com.pe/soluciones/crypto.html#2
https://cryptoconsortium.org/
https://cryptoconsortium.org/cryptocurrency-security-standard-documentation/details/
https://blog.pcisecuritystandards.org/how-blockchain-technology-improves-payment-security


Autor: Daniel García Lázaro - CISM, PCI QSA, PCI QPA, PCI CPSA, ISO 27001 L.A.
Dpto. Consultoría