A pesar de que ya han pasado décadas desde su aparición, el correo electrónico sigue siendo una herramienta de comunicación básica en el ámbito personal, pero, sobre todo, en el profesional. En todos estos años han surgido apps de mensajería instantánea, redes sociales e infinidad de soluciones corporativas, cada cual más innovadora que la anterior, y, sin embargo, el clásico email sigue siendo el soporte de comunicación formal por excelencia dentro de cualquier compañía.
Por este motivo, los ciberdelincuentes ven el correo electrónico como una ventana muy atractiva para intentar “colarse” dentro de una organización o para contactar y engañar a los empleados de la misma, asegurándose el anonimato.
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En esta serie de dos artículos veremos: primero, algunas de las principales amenazas a día de hoy para una empresa; y a continuación, nos detendremos a revisar con más detalle cuál es el funcionamiento técnico de los mecanismos anti-phishing: SPF, DKIM y DMARC.