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lunes, 17 de julio de 2023

Directiva de Servicios de Pago PSD3: Impulsando la Innovación y la Seguridad en el Sector Financiero


En un mundo cada vez más digitalizado, donde las transacciones financieras se realizan en línea con mayor frecuencia, la regulación y la seguridad son fundamentales para garantizar la confianza de los consumidores y fomentar la innovación en el sector financiero.

La Directiva de Servicios de Pago (PSD, por sus siglas en inglés) es un conjunto de regulaciones de la Unión Europea (UE) que busca lograr precisamente eso.
La primera Directiva de Servicios de Pago (PSD1) fue adoptada en 2007 y estableció un marco regulador común para los servicios de pago en la UE.

Posteriormente, la PSD2 se implementó en 2018 para mejorar la competencia, la seguridad y la innovación en el sector financiero.

La PSD3 es la siguiente evolución de esta regulación y tiene como objetivo abordar nuevos desafíos y aprovechar las oportunidades emergentes.

La Comisión Europea publicó el pasado 28 de junio una propuesta (https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/ip_23_3543) con el fin de modernizar la actual Directiva sobre servicios de pago (DSP2), que se convertirá en DSP3, y establecerá, además, un Reglamento sobre servicios de pago (RSP).

Entre las medidas que propone podemos destacar:

  • Combatir y mitigar el fraude en los pagos.
  • Mejorar los derechos de los consumidores.
  • Mayor igualdad de condiciones entre bancos y entidades no bancarias.
  • Mejorar el funcionamiento del openbanking.
  • Mejorar la disponibilidad de efectivo en comercios y cajeros automáticos.
  • Reforzar la armonización y el cumplimiento, promulgando la mayoría de las normas de pago en un reglamento directamente aplicable y reforzando las disposiciones sobre aplicación y sanciones.
  • Posibilidad, pero no obligación, de que los clientes compartan sus datos con los usuarios de datos.
  • Obligación de los titulares de los datos de los clientes de ponerlos a disposición de los usuarios de datos mediante la creación de la infraestructura técnica necesaria y previa autorización del cliente.
  • Control total por parte de los clientes sobre quién accede a sus datos y con qué propósito para aumentar la confianza en el intercambio de datos.
  • Regímenes claros de responsabilidad en caso de violación de los datos y mecanismos de resolución de litigios en el marco de los sistemas de intercambio de datos financieros, de modo que los riesgos de responsabilidad no disuadan a los titulares de los datos de facilitarlos.
  • Incentivos adicionales para que los poseedores de datos establezcan interfaces de alta calidad para los usuarios.

Como vemos la PSD3 podrá traer consigo una serie de beneficios significativos tanto para los consumidores como para los proveedores de servicios de pago.

Al mejorar la seguridad y la protección de los datos, la directiva busca fomentar más aún la confianza de los usuarios en los servicios financieros en línea, lo que, a su vez, impulsa la adopción de pagos electrónicos y la expansión de los servicios digitales

Además, de estimular la competencia y la innovación al fomentar la aparición de nuevos modelos de negocio.

Esto crea un entorno más dinámico donde los consumidores se benefician de una mayor variedad de opciones y servicios personalizados.

Sin embargo, también existen desafíos asociados con la implementación de la PSD3.
La adaptación a las nuevas normas y regulaciones puede requerir inversiones significativas por parte de los proveedores de servicios de pago.

Además, la regulación de las criptomonedas y las monedas virtuales plantea desafíos adicionales debido a su naturaleza descentralizada y transfronteriza.

La Directiva de Servicios de Pago PSD3 se plantea como un paso adelante en la regulación de los servicios financieros en la UE, al fortalecer la seguridad, mejorar la protección del consumidor y fomentar la competencia y la innovación, la PSD3 tiene el potencial de impulsar el crecimiento del sector financiero en línea.

Sin embargo, la implementación exitosa de la PSD3 requerirá una estrecha colaboración entre los reguladores, los proveedores de servicios de pago y otros actores involucrados.

También es importante tener en cuenta la naturaleza en constante evolución de la tecnología y los modelos de negocio, lo que requerirá una regulación ágil y flexible para adaptarse a los cambios en el panorama financiero.


Autor: Carmen Areces
Gerente de Cuentas