Cómo adaptar un programa de seguridad existente al NIST Cybersecurity Framework 2.0

La publicación del NIST Cybersecurity Framework (CSF) 2.0, en febrero de 2024, marcó la actualización más significativa de este marco desde su creación en 2014. Si bien la esencia del CSF, su enfoque basado en funciones y categorías se mantiene, los cambios conceptuales y estructurales introducidos requieren una revisión y alineamiento cuidadoso de los programas de ciberseguridad existentes.

Muchas organizaciones adoptaron el NIST CSF 1.1 (2018) como referencia o base de sus políticas de gestión de riesgos. Ahora deben preguntarse:

¿Cómo evolucionar hacia la versión 2.0 sin reconstruir todo desde cero?
¿Cómo ajustamos lo que ya tenemos al nuevo marco?

Este artículo ofrece un camino práctico y gradual para realizar esa transición de manera eficiente y sin reinventar todo el programa, detallando recomendaciones prácticas que facilitan la adaptabilidad.

1. Comprender las diferencias clave entre CSF 1.1 y CSF 2.0

Antes de iniciar cualquier adaptación, es fundamental entender qué ha cambiado y cuál es el impacto en la operación.

Cambios más relevantes
▪️Ampliación del alcance: El CSF 2.0 ya no está orientado o limitado a las
     infraestructuras críticas; está diseñado y adaptado a cualquier organización, pública
     o privada, grande o pequeña.
▪️Nueva función “Govern”: Se añade una sexta función que introduce explícitamente
     la gobernanza corporativa de la ciberseguridad, reforzando la alineación entre
     seguridad y negocio, elevando la ciberseguridad al nivel estratégico.
▪️Actualización de categorías y subcategorías: Se reestructuran varias áreas para
     mayor claridad y se añaden nuevas subcategorías (por ejemplo, las relacionadas
     con gestión de la cadena de suministro y métricas de desempeño).
▪️Recursos prácticos: NIST lanza guías rápidas, ejemplos de implementación y
     herramientas en línea que acompañan el marco.
▪️Mayor énfasis en medición y madurez: El nuevo CSF impulsa la gestión continua
     del riesgo, con métricas e indicadores que miden progreso.

Entender estas diferencias permite enfocar la transición en los puntos de mayor impacto y entender la situación de la compañía en el momento de realizar el cambio.

2. Evaluar el punto de partida

La transición inicia con una evaluación estructurada del programa existente.
El objetivo aquí no es rehacer todo, sino identificar brechas entre el programa actual y los requisitos o recomendaciones del CSF 2.0.

Pasos sugeridos:

  1. Mapear el programa existente a las funciones y categorías del CSF 1.1.
  2. Comparar esas correspondencias con las funciones y categorías del CSF 2.0, identificando cambios o elementos nuevos (por ejemplo, aspectos de gobernanza o gestión de terceros).
  3. Identificar las áreas no cubiertas, aquellas que la organización aún no aborda formalmente (como métricas de madurez, supervisión de la dirección o riesgos de cadena de suministro).
  4. Asignar una calificación de madurez o nivel de cumplimiento a cada área (por ejemplo, “Inicial”, “Gestionado”, “Definido”, “Medido”, “Optimizado”).
Este diagnóstico servirá de base para planificar la transición.

3. Incorporar la nueva función: “Govern”

La función Govern es, sin duda, el cambio más drástico del CSF 2.0.
No se trata de controles técnicos, sino de la estructura organizativa y estratégica que sostiene a la ciberseguridad y por la cual se rige la empresa.

Pasos clave para implementarla:
▪️Definir la política corporativa de ciberseguridad y su alineación con los objetivos
     estratégicos del negocio.
▪️Asignar roles y responsabilidades claras (comités de riesgo, CISO, consejo de
     administración, auditoría, etc.).
▪️Formalizar procesos de supervisión y rendición de cuentas.
▪️Integrar la ciberseguridad en la gestión integral de riesgos (ERM) de la
     organización.
▪️Alinear la estrategia de seguridad con la cultura organizacional y los valores
     corporativos.

Integrar “Govern” no significa agregar burocracia, sino garantizar que la ciberseguridad se gestione desde la dirección y no solo desde el área técnica.

4. Actualizar políticas, controles y procedimientos

Una vez incorporada la gobernanza, el siguiente paso es revisar las políticas y controles existentes para alinearlos con las categorías y subcategorías actualizadas del CSF 2.0.

Recomendaciones prácticas:
▪️Revisar las políticas de protección de datos, acceso, continuidad, respuesta a
      incidentes y recuperación, verificando que reflejen los cambios conceptuales del
      nuevo marco.
▪️Incluir elementos de gestión de terceros y cadena de suministro contratos,
     auditorías y monitoreo de proveedores.
▪️Alinear los planes de respuesta y recuperación con la función “Govern”, de modo
     que incluyan roles de liderazgo y comunicación ejecutiva.
▪️Incorporar controles para la gestión de métricas, indicadores y reporting hacia
     la dirección.

El resultado debe ser un sistema de políticas coherente con la nueva estructura de seis funciones.

5. Comunicar y capacitar

La transición no es solo técnica: requiere cambio cultural.

El personal debe entender qué implica el CSF 2.0, por qué se adopta y cómo afecta a su trabajo.

Buenas prácticas:
▪️Desarrollar capacitaciones breves y adaptadas a distintos públicos (técnico,
      directivo, operativo).
▪️Comunicar avances y beneficios de la transición a toda la organización.
▪️Asegurar que los líderes comunican mensajes coherentes sobre la importancia de
     la gobernanza de la ciberseguridad.

Esto refuerza la cultura de seguridad y ayuda a consolidar la adopción del nuevo marco.

6. Establecer un plan de mejora continua

El CSF 2.0 no es un proyecto con final cerrado; es un ciclo de mejora continua.

Una vez adaptado el programa, se recomienda establecer un plan con revisiones periódicas (anual) para:
▪️Revaluar la madurez y los riesgos.
▪️Incorporar lecciones aprendidas de incidentes.
▪️Ajustar políticas y métricas a nuevos contextos tecnológicos o regulatorios.
▪️Revisar la eficacia de la gobernanza y la comunicación.

La importancia reside en mantener el marco actualizado, dinámico y alineado al entorno cambiante de amenazas.

Conclusión

Adaptar un programa de seguridad existente al NIST CSF 2.0 no implica empezar desde cero, sino evolucionar hacia un modelo más estratégico, medible y gobernado.

Además, la mayor orientación hacia indicadores, madurez y gestión continua del riesgo permite demostrar de forma objetiva la evolución del programa, justificar inversiones y fortalecer la toma de decisiones basadas en datos. Esto convierte la transición no en un ejercicio documental, sino en una oportunidad para optimizar procesos y reforzar la resiliencia organizativa.

La transición al CSF 2.0 invita a las organizaciones a elevar su nivel de madurez, fomentar una visión integral de la seguridad y consolidar un modelo de gobierno que soporte el crecimiento sostenible y la confianza digital.

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Bibliografía
🔗 National Institute of Standards and Technology (NIST). (2024). NIST Cybersecurity Framework 2.0.
Special Publication 1299.
https://nvlpubs.nist.gov/nistpubs/SpecialPublications/NIST.SP.1299.pdf
🔗 Pascoe, C., Quinn, S., & Scarfone, K. (2024, February 26). The NIST Cybersecurity Framework (CSF) 2.0 (NIST Cybersecurity White Papers, CSWP 29). National Institute of Standards and Technology. 
https://nvlpubs.nist.gov/nistpubs/CSWP/NIST.CSWP.29.pdf
🔗 NIST (2024). NIST Cybersecurity Framework 2.0 Quick Start Guide for Small and Medium Businesses.
https://www.nist.gov/system/files/documents/2024/03/20/March20_2024_NISTCSF2.0_SMBQSG.Overview.pdf
🔗 National Institute of Standards and Technology (NIST). (2024). Change Analysis CSF 1.1-2.0
https://www.nist.gov/document/csf-11-csf-20-core-transition-changeshttps://www.nist.gov/document/csf-11-csf-20-core-transition-changes


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