Este artículo es el segundo de la serie en la que analizaremos la ciberdelincuencia a lo largo de los años y como combatirla. Para comprender la relevancia de estos datos, les invitamos a leer la primera parte del artículo, caso de no haberlo hecho previamente.
Según los datos del Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC) [28], en tan solo tres años, hemos sido testigos de un aumento sustancial en la proporción de ciberdelitos en España. Como se puede ver en el siguiente gráfico, en 2019 estos delitos representaron el 9.9% del total de delitos en el país. Sin embargo, para 2021, esa cifra se disparó a un 15.6%, lo que indica un aumento significativo en la actividad de ciberdelincuencia. Y la tendencia al alza continuó en 2022, cuando los ciberdelitos representaron un 16.1% del total de delitos registrados en España.
En la siguiente tabla, se muestra el detalle de cada uno de los delitos tanto de criminalidad convencional como de cibercriminalidad. Destacan en variación porcentual entre 2021 y 2022 los delitos de Hurto (I.8) y Estafas informáticas (II.12) siendo los aumentos de 30,2% y 26,1% respectivamente.
Este aumento en los ciberdelitos refleja los desafíos emergentes en el ámbito de la ciberseguridad. Con el crecimiento de la tecnología y la digitalización de la sociedad, los ciberdelincuentes están aprovechando nuevas oportunidades para cometer fraudes, estafas y ataques cibernéticos. Es esencial para individuos y organizaciones tomar medidas para protegerse contra estas amenazas, como fortalecer contraseñas, estar alerta ante el phishing y mantener el software actualizado. Además, las autoridades y organismos encargados de hacer cumplir la ley están trabajando arduamente fortaleciendo las leyes y la cooperación internacional en ciberseguridad. También se han establecido unidades especializadas en la lucha contra la ciberdelincuencia.
A pesar de los desafíos, España trabaja continuamente para mejorar su resiliencia cibernética y proteger a sus ciudadanos y empresas en un mundo digital en constante evolución.
El Mes Europeo de la Ciberseguridad es una iniciativa crucial de la Unión Europea que se lleva a cabo cada mes de octubre con el propósito de aumentar la conciencia y promover la ciberseguridad en toda la región. Esta campaña anual se ha convertido en un evento importante para educar a ciudadanos y organizaciones sobre las amenazas cibernéticas y cómo protegerse en línea. Durante todo el mes, se realizan una amplia variedad de actividades, desde conferencias y talleres hasta seminarios web, cursos y difusión de herramientas indispensables, todos diseñados para proporcionar información actualizada y buenas prácticas en ciberseguridad [14].
El Mes Europeo de la Ciberseguridad es más que una campaña de concienciación [15]; también se alinea con la Ley de Ciberseguridad de la UE [11] y las disposiciones relacionadas con la sensibilización y la educación. En virtud de esta legislación, la Agencia de Ciberseguridad de la UE (ENISA) es responsable de coordinar y organizar estas campañas en cooperación con los Estados miembros y las instituciones de la UE. Esto subraya la importancia de la colaboración a nivel europeo para abordar los desafíos en constante evolución de la ciberseguridad y fortalecer la resiliencia cibernética en toda la Unión Europea. El Mes Europeo de la Ciberseguridad se ha convertido en una herramienta efectiva para promover el conocimiento y la acción en la lucha contra las amenazas cibernéticas. Todas estas actividades se alinean con las distintas estrategias de ciberseguridad nacional e internacional en vigor.
Hay que tener en cuenta que para ser ciberseguros es necesario aunar los esfuerzos tanto en el ámbito personal y laboral. Por un lado, en el ámbito personal es esencial para proteger la identidad y la privacidad en línea, ya que los ciberdelincuentes pueden robar información personal valiosa como números de seguridad social, direcciones y números de tarjeta de crédito. Ayuda a prevenir el ciberacoso, particularmente relevante para jóvenes y adolescentes. También protege datos sensibles, como fotos y documentos almacenados en línea, para evitar pérdidas o robos, y previene fraudes, como el phishing, que podrían resultar en la pérdida de dinero o la divulgación de información personal. Y por otro lado, en el ámbito profesional la ciberseguridad desempeña un papel crucial al proteger los datos empresariales y la propiedad intelectual, ya que la pérdida de estos activos puede tener consecuencias devastadoras para una organización. Además, garantiza la continuidad de las operaciones comerciales al prevenir interrupciones causadas por ciberataques y asegura la disponibilidad de servicios. Es esencial para el cumplimiento de regulaciones estrictas en diversas industrias, que requieren la protección de datos y la notificación de brechas de seguridad. Ayuda a preservar la reputación de las organizaciones y la confianza de los clientes. Asimismo, también se debe extender a la cadena de suministro, asegurando la organización contra amenazas que puedan tener sus proveedores.
Si nos centramos más específicamente en la ciberseguridad empresarial, hay que saber que lo esencial es proteger la disponibilidad, integridad y confidencialidad de los datos (en algunas ocasiones también la autenticidad y la trazabilidad) y la continuidad de sus operaciones.
Estar alineados con marcos de buenas prácticas y/o disponer de ciertas certificaciones de seguridad pueden ayudar a cubrir aspectos indispensables de la estrategia integral de ciberseguridad que proteja a las organizaciones contra las amenazas cibernéticas en constante evolución. A continuación, se detallan algunos de los aspectos más relevantes para tener en cuenta:
Como se ha desarrollado en este artículo, estamos siendo testigos de que la cibercriminalidad es una problemática en auge que se debe combatir con estrategias a corto, medio y largo plazo. Todos estos datos no dejan de ser a la vez una evidencia y un recordatorio de que la ciberseguridad debe ser una prioridad constante en nuestra sociedad, ya que los actores maliciosos representan una amenaza para nuestra integridad y socava la confianza en la economía digital.
Solo a través de un enfoque holístico y una inversión continua en ciberseguridad podremos enfrentar con éxito este desafío en evolución constante y asegurar un entorno en línea seguro y confiable para las generaciones futuras.
Referencias
[11] Diario Oficial de la Unión Europea. (17 de Abril de 2019). Reglamento (UE) 2019/881 relativo a ENISA (Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad) y a la certificación de la ciberseguridad de las tecnologías de la información y la comunicación.
Obtenido de https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32019R0881&from=PL
[14] European Cybersecurity Month. (s.f.). European Cybersecurity Month.
Obtenido de https://www.cybersecuritymonth.eu/
[15] Gabinete de la Presidencia del Gobierno. (01 de Octubre de 2023). Departamento de Seguridad Nacional.
Obtenido de Sala de prensa: https://www.dsn.gob.es/es/actualidad/sala-prensa/octubre-mes-europeo-ciberseguridad
[17] Internet Security Auditors (ISecAuditors). (2023).
Obtenido de https://www.isecauditors.com/
[28] Ministerio del Interior. (31 de Diciembre de 2022). Sistema Estadístico de Criminalidad. Obtenido de Balance trimestral de Criminalidad 2022, 4º Trimestre. Comunidades y Ciudades Autónomas: https://estadisticasdecriminalidad.ses.mir.es/publico/portalestadistico/portal/datos.html?type=pcaxis&path=/DatosBalanceAnt/20224/&file=pcaxis