¿Hay “ventanas rotas” en su sistema informático?
Lamentablemente, las amenazas y las vulnerabilidades asociadas a un sistema de información van cambiando día tras día y los ataques son más difíciles de identificar y contener por lo que es necesario actuar de forma inmediata. Si en su organización se presenta alguno de los siguientes elementos (o todos), es probable que tenga una “ventana rota” que pueda dar paso a la degradación en los niveles de seguridad:
- Burocracia para la implementación de mejoras de seguridad en la empresa
- “Aislamiento” del usuario como componente activo de la seguridad empresarial
- “Zonas grises” en la responsabilidad frente a incidentes de seguridad
- Conformismo con los controles de seguridad desplegados inicialmente
- Ausencia de monitorización y revisiones de los controles
- Falta de soporte administrativo
Estos problemas inciden psicológicamente en el usuario del entorno, agravando la sensación de inseguridad y desinterés y dando pie al incremento en la frecuencia de incidentes, tal como se demostró en el experimento de Zimbardo.
El arreglo de las “ventanas rotas” informáticas y la prevención de la degradación de la seguridad
Con el fin de arreglar la “ventana rota” cuanto antes, a continuación se enumeran una serie de pautas que pueden ser establecidas dentro de un programa de mantenimiento y mejora de un entorno informático previamente establecido y que tenga desplegados controles que le inicialmente hayan permitido a la empresa gestionar su riesgo.
- Definición de los umbrales bajo los cuales se alineará la estrategia, empleando mejores prácticas o estándares reconocidos por la industria.
- Establecimiento de roles y responsabilidades en seguridad de la información, incluyendo a los propios usuarios del sistema, la Dirección y a proveedores/socios de negocio externos.
- Formación y concienciación regular, focalizada a grupos de empleados con base en sus responsabilidades.
- Monitorización periódica de los controles de seguridad desplegados y de sus alertas.
- Tareas de notificación y respuesta ante excepciones (incidentes de seguridad), contando al usuario como un elemento activo en este proceso.
- Creación de métricas de desempeño de los controles de seguridad (eficiencia/eficacia), que permitirá la definición de tareas preventivas y correctivas.
- Lecciones aprendidas y mejora continua, incorporando las mejores prácticas de la industria, nuevos desarrollos y tendencias en seguridad.
Un sistema informático con estas características minimiza la inseguridad y el estado mental asociado, otorga confianza al usuario y lo integra dentro de la estrategia global como un elemento más de control, estimula el sentimiento de pertenencia y permite la actuación como un “todo” en vez de “islas” independientes. Estas acciones dotan al propio sistema de métodos de autodefensa, mejorando los tiempos de respuesta y manteniendo los niveles de seguridad en umbrales tolerables para la organización.
Para cualquier estrategia de seguridad de la información, recordar siempre la premisa de las “ventanas rotas”: Si una ventana de un edificio está rota y se deja sin reparar, el resto de las ventanas serán rotas pronto. Una ventana sin reparar es señal de que a nadie le preocupa, por lo que la influencia psicológica en los individuos tenderá al descuido y se agudizará la degeneración del entorno. Entre más pronto se corrijan los daños menores más fácil será su gestión y menores sus costes asociados, lo cual redunda en una invitación a la prevención y a la proactividad.